Este tratamiento tiene como objetivo, a través de las propiedades de sus componentes, descontracturar, desinflamar, calmar el dolor muscular y la tensión acumulada en la espalda.
Entre sus componentes encontramos: el macerado de árnica Montana, el aceite virgen de Tamanu y el laurel de Alejandría que poseen propiedades analgésicas y antiinflamatorias; estos se potencian con la combinación de diferentes aceites esenciales de acción descontracturante, antiinflamatoria y que mejoran la microcirculación cutánea, con el fin de facilitar la relajación de la musculatura.